La mesa redonda entre los tres asistentes estuvo interesante en cuanto que aportaron algo de sus experiencias como emprendedores, aunque realmente el emprendedor fue Juan Luis Lorenzo, actual presidente de la Concap, que montó su primera empresa con 16 años y que recalcó que lo mejor que le puede pasar a un empresario es sufrir una crisis, porque lo que se aprende ahí, no se olvida, y se endurece el corazón. Esta última anotación también la defendió Juan Fuentes Tabares, de Atlantis Comunicación, que defendió el traspaso generacional en las empresas familiares, aunque reconoció que solo un 9% de esos relevos llegan a buen término. Y Lucrecio Miralles, de Miralles Publicidad, abogó por separar el trabajo de la familia, y poner a cada uno en su sitio y en su momento.
Por otro lado, Alberto Vázquez Figueroa: magistral. Expuso sus andanzas empresariales y los inconvenientes que se ha encontrado, por los intereses económicos de las grandes empresas y la “desidia” de los políticos. Como síntesis de su filosofía diremos que cuando hay un problema, busquemos la solución más sencilla. Recomiendo su WEB donde se incluye su blog.
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