Con la crisis de liquidez del sistema financiero internacional, los bancos endurecieron la concesión de hipotecas como primera medida contra la onda expansiva de la burbuja inmobiliaria, lo cual ha originado una caída sin precedentes en el sector inmobiliario.
Si a esto le unimos la eliminación de las desgravaciones fiscales a partir del 01-01-11 en rentas superiores a los 24.000 euros y la inseguridad laboral con el consiguiente aumento del desempleo, por la que están atravesando más de 4 millones de españoles y que dificulta la considerablemente su capacidad para comprar viviendas, el descenso constante y continuado en la concesión de hipotecas por parte de bancos y cajas no es más que una consecuencia inevitable de esta crisis que parece no acabar de tocar fondo, a pesar de que la concesión de hipotecas haya caído en mayo de este año 2011 en más de un 20% en relación a igual mes de 2010, según ha informado el INE.
Por otra parte, y por si esto no fuera suficiente, el Euribor de mayo ha establecido su media mensual en el 2,148% -el nivel más alto desde enero de 2009 (2,622%)- lo cual supone un encarecimiento en las cuotas de los préstamos hipotecarios que incidirá de forma negativa en una ya muy deprimida sociedad, según ha informado el Banco de España.
Si llevamos estos datos a euros, para una hipoteca de 150.000 euros a un plazo de 25 años y un diferencial de Euribor más 0,8%, la letra mensual subirá unos 68 euros, con lo que el encarecimiento anual se elevará a unos 816 euros, una nueva vuelta de tuerca para muchas economías domésticas ya al límite de sus posibilidades desde hace meses.
Blanca Arranz Quintana. Economista.
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